Karma |
Gran parte de la experiencia de la vida viene
determinada por la relación causa y efecto que el Karma nos enseña.
El
karma es una energía que se deriva de los actos de las personas.
Muchos de
nosotros hemos oído hablar del karma como algo que viene de vidas pasadas y
hasta bromeamos con ello pensando que las cosas malas que nos ocurren tienen
que ver con actos que tuvimos en el pasado. Entender su repercusión en el día a
día es más complejo porque no aparece con tanta claridad, dado que las
decisiones que tomamos hoy pueden no tener un resultado hasta dentro de un
tiempo y de ahí la gran dificultad para comprender la repercusión de lo que
hacemos.
Mahatma Ghandi dejó
un legado magnánimo e infinito de justicia y compasión que perdurará por
centenares de años y ese enorme legado de percepción de la injusticia sólo
puede ser puesto en valor teniendo en cuenta el gran precio que pagó. Sólo
desde el profundo sentimiento de compasión hacia la injusticia de un pueblo se
puede superar y comprender el verdadero dolor que se provocó en el pueblo
indio.
"El KARMA y el EGO están vinculados en la medida
que forja nuestro carácter, nuestra personalidad, en algo que tenemos pendiente
que resolver en esta vida. Lo más normal es que nos resulte complicado entender
qué es lo que hemos elegido para experimentar en nuestra vida, sobre todo
cuando lo fácil es adoptar el rol de victimismo."
El Ego permite olvidarnos de cuál es el
verdadero propósito al que nos vamos a enfrentar para que podamos
experimentarlo sin ningún tipo de ayuda. En el momento que comenzamos a sufrir
como personas, algo que tarde o temprano ocurrirá en los primeros años de
nuestra vida, comenzamos a dar forma y poder al EGO para que se vaya forjando
como el gran defensor de nuestra falsa identidad.
Este personaje Egoico, con careta y coraza nos va
adentrando en la experiencia que hemos decidido desde el alma vivir en este
plano físico. Así pues, detrás del personaje egoico dominante que hay
en cada uno de nosotros hay un gran desafío kármico que tiene que ser
trascendido desde el perdón y la aceptación. De nosotros depende hacer este
trabajo ya que disponemos del libre albedrío y por esta razón si no lo
realizamos ahora lo haremos mañana y sino en la siguiente vida.
De ahí que muchos llegamos con una intuición que
nos dice que siempre supimos algo de nosotros mismos aunque no sabíamos por
qué. Mirar al pasado es resolver el futuro porque aquello que no está resuelto
en mí es algo que seguirá pendiente en el futuro. Comprender qué es lo que más
se repite en mi vida es el primer paso para tomar conciencia de que hay algo
que estará presente hasta que lo pueda mirar a los ojos y confrontar desde la
aceptación y el perdón.
Es el momento de hacer esa gran transformación y
descubrir la fortaleza del EGO y cómo nos determina y condiciona en nuestra
experiencia vital y qué podemos hacer para liberarnos de su pesada carga.
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NAMASTÉ