¿Espiritualidad o Religión?

Una sana espiritualidad es aquella que produce en el ser humano una transformación interior.


¿Espiritualidad o Religión?

En los últimos años, se ha vuelto muy popular distinguir entre la espiritualidad y la religión.
Es cierto que hay distinciones válidas entre las dos, pero también hay una serie de distinciones problemáticas que a menudo, e innecesariamente, dividen los dos campos de pensamiento.
Uno de los problemas principales con los intentos de separar la religión de la espiritualidad, es que la primera está cargada con todo lo negativo; mientras que la segunda es exaltada con todo lo positivo.
Es importante tener en cuenta el hecho de que muchas de las cosas negativas que la gente atribuye a las religiones son características de algunas formas de algunas religiones (por lo general el judaísmo, el catolicismo y el islam), pero no de otras religiones (como el taoísmo o el budismo).
La religión es espiritual y la espiritualidad también puede ser considerada religiosa. Una tiende a ser más personal y privada, mientras que la otra tiende a incorporar rituales públicos y doctrinas organizadas. Las líneas entre unas y otras no pueden a menudo ser claras o distintivas en función de la interpretación.
Son variados los temas que interesan a la humanidad ante el vacío que experimentamos viviendo desde fuera. Hoy en día, lo que cuenta es vivir en la corteza de la vida y no en el corazón de la misma.
Unos dicen que la espiritualidad se refiere al mundo de las convicciones; otros, que hace referencia a los valores del ser humano; y otros viven una espiritualidad que ni los transforma ni les ayuda a transformar a los demás.
Hay espiritualidades sin religión y religiones sin espiritualidad. Encontramos, incluso, espiritualidades sin ética ni moral.
La religión es una institución establecida por el hombre, por diversas razones: ejercer el control, inculcar la moral, golpear los egos o lo que sea que hace. La espiritualidad, en cambio, es nacida en una persona y se desarrolla en la persona. Pudiera ser detonada por una religión o pudiera detonarse por medio de una revelación. La espiritualidad se extiende a todas las facetas de la vida de una persona. La espiritualidad es elegida, mientras que la religión es a menudo forzada.
Precisemos, Se podría decir que una sana espiritualidad es aquella que produce en el ser humano una transformación interior. Por lo tanto, si la espiritualidad que tienes y manejas no te transforma interiormente, es todo menos espiritualidad. Espiritualidad es aquello que te transforma desde tus circunstancias y tu cultura; desde tu propia historia y tu entorno familiar, social, político y cultural.
Si bien es cierto que estamos en una época de cambio y no en unos cambios de época, no estamos trabajando para transformarnos desde dentro dándole un nuevo sentido a la vida. Todo se transforma, pero nosotros no vivimos experiencias espirituales transformadoras, que nos lleven a tener nuevas actitudes y a recorrer nuevos senderos.
Es importante que nos tomemos un segundo para diferenciar estos conceptos antes de lanzarnos a la vida a compartir lo que somos y sentimos con todos los demás.
Hay que recordar que la religión no es espiritual, sino una institución dogmática que va más allá de los nombres conocidos como catolicismo, judaísmo, islam o budismo, sino que también es la forma en que consideramos que somos espirituales condicionados por creencias y aprendizajes culturales o personales.  

¿Espiritualidad o Religión?

La espiritualidad, por el contrario, no posee un lineamiento, ni dirección; no posee misión ni propósito, ni siquiera es una filosofía de vida, todo lo contrario: es un estado de sí mismo en que se comprende el resultado de un todo y la posibilidad de una nueva realidad; es el estado que nos hace permeable a recibir todo tipo de visiones, compartir todo tipo de religión y dogma sin juicio, pues la espiritualidad contiene a la religión y no está en su contra, ya que aquél que está en contra es tan sólo producto de un nuevo dogma.

Recordemos que ser espirituales es ser como el Todo, y el propio Todo no posee límites, no posee estructuras, ni direcciones, ni leyes. No creamos que somos espirituales aquellos que canalizamos, sanamos o hablamos con nuestros guías, pues hay más ateos y agnósticos mil veces más espirituales que aquellos que nos consideramos muchas veces erróneamente "conscientes".
La espiritualidad es saberse único y parte del Todo. Es ser y dejar ser. Es coherencia en mente, emoción y acción (Pensar, Sentir y Actuar, los tres cerebros).
Por lo general, mentalmente hablando, espiritualidad significaría tener convicciones; poseer valores y buenos comportamientos; aunque, varias veces, también significa tener un gran sentido humano de cercanía y de acogida; de meditación y contar con ciertas experiencias místicas.
Por su parte, religión significa, por lo general, creer en un o más seres superiores; aceptar la trascendencia; acoger doctrinas, ideas y enseñanzas, así como instituciones, jerarquías, ritos y celebraciones. A su vez, está vinculada a la salvación, y quien profesa una religión, normalmente, sigue patrones conductuales que, al salir de ellas, le discriminan.
A veces, las religiones olvidan la espiritualidad al centrarse en las doctrinas, en los grandes edificios teológicos y en las organizaciones y estructuras. Y, a veces, las espiritualidades olvidan la presencia y la acción de Dios en el hombre, el servicio a los más débiles y la construcción de la comunidad y de la fraternidad.
Seamos un océano y lo entenderemos como gotas que somos.


Si te gustó, no olvides COMPARTIR
GRACIAS, Bendiciones

#Espiritualidad #Religión #Dios #Dioses #Amor #Doctrinas

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por su comentario.
Si le gustó, por favor, no olvide compartir y recomendar nuestro BLOG en sus redes sociales y amistades.
Bendiciones.
NAMASTÉ

⚜️ Recomendaciones ⚜️